El grifo termostático es una de las últimas novedades en cuanto a los grifos se refiere y consiste en un mango que se encarga de regular el caudal de agua y de otro que regula su temperatura. Este sistema cuenta con enormes ventajas por lo que mucha gente ha optado ya por cambiar sus antiguos grifos por éstos. Y es que además de suponer un ahorro de agua, es más cómodo a la hora de darse por ejemplo una ducha, ya que se puede escoger la temperatura deseada sin tener que andar regulándola durante minutos. Además guardan en su memoria la temperatura que más te gusta, por lo que no hay que ir escogiéndola cada vez que se vaya a utilizar.
Estos grifos se encuentran en cualquier tienda de baños en modelos diferentes. De cualquier manera lo más recomendable es elegir grifos de calidad que se adapten a tus posibilidades. Además no solamente se pueden usar en la ducha, sino que se pueden cambiar también los del fregadero, lavabo, etc.
Cómo reemplazar los grifos
Si quieres ahorrarte algo de dinero, en lugar de llamar a un fontanero puedes hacer el cambio de grifos tú mismo. Para ello lo primero que hay que hacer es cortar el agua. Una vez lo hayas hecho, desmonta el grifo viejo, embellecedores incluidos, con la ayuda de algunas herramientas. Cuando ya no quede ninguna parte del antiguo grifo, coloca los embellecedores nuevos pegándolos todo lo posible a la pared. Después acerca a ellos el nuevo grifo con cuidado, confirmando que las tuercas encajan y que están bien apretadas. Ahora solo hay que instalar el tubo, colocando de nuevo la arandela. Cuando hayas comprobado que todo está correcto, abre la llave de paso y disfruta de tu nuevo grifo.
Como puedes ver, cambiar un grifo no es demasiado complicado y no necesitas demasiados materiales. Además puedes siempre echar un vistazo a las instrucciones del fabricante. En cualquier caso si no te ves capacitado, puedes acudir a un profesional experto que te hará el trabajo, como lo son estos fontaneros Fuente El Saz de Jarama 24 horas.